La publicación de la nueva Estrategia de Seguridad Aeroespacial Nacional marca un punto de inflexión en la política de seguridad del Estado, al ampliar el enfoque tradicional de defensa del espacio aéreo para incluir de forma explícita el entorno espacial. Esta estrategia, aprobada en agosto de 2025 por el Consejo de Seguridad Nacional, responde a la creciente relevancia del espacio como dominio estratégico y a los desafíos que plantea su rápida expansión tecnológica y operativa.
El documento establece un diagnóstico claro de las vulnerabilidades y amenazas que afectan al espacio aéreo y ultraterrestre, desde la congestión orbital hasta los ciberataques, pasando por la dependencia de infraestructuras críticas espaciales para el funcionamiento de servicios esenciales. Ante este panorama, propone una serie de líneas de actuación orientadas a fortalecer las capacidades del Estado en materia de vigilancia, resiliencia, prevención, respuesta y cooperación.
Entre las novedades más destacadas, se encuentran el impulso de sistemas de detección y seguimiento de objetos espaciales, la mejora de los mecanismos de coordinación civil-militar, la promoción de soluciones tecnológicas nacionales, el refuerzo de la ciberseguridad aeroespacial, y el desarrollo de una gobernanza nacional e internacional más robusta. También se reconoce expresamente el papel del sector privado como agente clave para garantizar la seguridad aeroespacial del país.